lunes, 23 de mayo de 2011

Aún no ha cambiado nada. Unas notas.


El movimiento de #democraciarealya #nolesvotes y demás, no ha tenido prácticamente efecto sobre el comportamiento de voto de los españoles.

La participación ha sido alta y el voto en blanco, aunque parece que ha subido un poquito, sigue estando, por lo que veo echando un vistazo rápido a los datos, entre el 2 y el 3 %. Un cambio, pero nada significativo.

 

Aunque mirando ahora el mapa electoral lo que vemos es una situación inédita, está cerca de ser monocolor, en realidad lo que ha pasado es algo muy clásico, gobernaba uno de los partidos grandes, la situación del país es mala, y por tanto el resultado se ha inclinado hacia el otro partido grande. El inmenso tamaño del cambio es simplemente proporcional a lo malo de la situación.
 

¿Significa esto que ese nuevo movimiento cívico esté acabado? no.

El objetivo no era obtener un resultado electoral concreto, sino que la gente se concienciara de que si quiere que cambie la forma en que funciona la política, debe involucrarse. Si quiere que haya reformas en el sistema, debe participar de forma activa, y dejar de esperar a recibir una propuesta que le guste de los partidos.

Lo que sí es cierto, es que lo que nos hemos interesado por este movimiento, no nos hemos dado cuenta de a cuanta gente no llegaba. Hemos visto llenar plazas, y a gente manteniéndose durante días en ellas. Y nos ha parecido que mucha gente estaba participando, pero en realidad la cantidad de gente que estaba allí era, proporcionalmente, ínfima.

 

Como en el caso de Egipto, el ver llena la plaza de Tahir nos hacía pensar que todo un país estaba protestando, no era verdad, los concentrados allí reclamando un cambio de régimen eran una minoría. Lo que no significa que la mayoría de la gente no deseara vivir en un régimen distinto, sino que no participaban de la idea de que el cambio tuviera que ser dirigido por ellos mismos.

 

Aquí hay mucha gente que quiere que las cosas funcionen mejor, pero sigue opinando que cambio significa cambiar de partido. La inmensa mayoría de las personas de este país no piensan en ley D'Hondt, ni en listas abiertas, ni en separación de poderes, ni en el tamaño de los distritos electorales, ni se plantea que el poder político deba tener límites, ni ningún otro elemento del funcionamiento del proceso democrático. La mayoría de la gente quiere seleccionar la opción que más le convenza.

 

Para conseguir cambios en el sistema político, falta un elemento previo, que la gente adquiera una formación que le permita entender lo necesario que es su participación en la decisión de cómo debe ser el sistema político. La gente tiene que entender que efecto tiene que las cosas se hagan de una forma determinada, para que pueda participar de la crítica a como se hacen. Y así poder aportar su opinión sobre como deberían hacerse.



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