martes, 26 de abril de 2011

Separando idiomas en la biblioteca

Escribo desde Galicia, un lugar donde se hablan dos lenguas, el gallego y el español. Bueno, sin duda se hablan más lenguas, claro, pero esas son las dos que se consideran naturales de aquí, y las de uso común por la gente.

En las bibliotecas públicas (y en algunas librerías privadas), además de clasificar los libros por secciones y temáticas, cada idioma tiene su zona, es decir, los libros escritos en un idioma están en una zona y dentro de esta es donde están divididos por categorías. Esto hace que haya, por ejemplo, dos secciones de historia o de matemáticas. También existe una sección donde se sitúan los libros escritos en lenguas extranjeras, aunque su volumen es escaso.

Existe una política lingüística de los gobiernos de Galicia, que considera que el gallego está en una situación desfavorable con respecto al español, y que esa situación requiere que se realice una política de difusión y potenciación del uso del gallego.

El motivo de que exista una zona en que se agrupan todos los libros escritos en gallego parece ser dar más visibilidad al idioma, resaltar que existen publicaciones para que la gente se anime a leerlas. El efecto que yo percibo es el contrario.

Como los libros publicados en español son muchísimo más numerosos que los publicados en gallego (la potencialidad de 400 millones de hablantes contra 3.5 millones pesa), el tamaño de la zona con libros en el primer idioma es inmensamente más grande que los de la segunda.
Si busco un libro de historia, me voy a la sección de historia, la principal, donde están la mayoría de los libros, donde solo hay libros en español. Para encontrarme con libros escritos en gallego, tengo que recordar que hay una zona específica para los libros en gallego donde también puedo encontrar libros de historia.

Si los libros estuvieran en la misma sección, sería más fácil encontrarme un libro escrito en gallego que pudiera interesarme, porque yo no busco un libro escrito en un idioma, busco libros sobre un tema.
Aunque soy hispanohablante, soy bilingüe, y hay circunstancias en que podría coger un libro escrito en gallego: si sé que el texto original está escrito en gallego, lo prefiero aunque tenga disponible una traducción al español, de hecho sería casi doloroso estar leyendo la traducción pudiendo disfrutar del original; si solo está disponible la edición en gallego y el libro es interesante, se lee en gallego.

Pero si no lo veo, no puedo escogerlo, y no lo leo.

Así, lo que consigue esa diferenciación es crear una especie de gueto, donde están los libros escritos en gallego. Y como yo nunca busco un libro escrito en gallego, ni en español, busco libros de historia, de filosofía, de informática... pues nunca me encuentro libros en gallego.

¿alguien sabe si hay otros motivos para la división? ¿existe algo de discusión sobre el tema?

domingo, 17 de abril de 2011

A la escucha en un bar...sobre las inspecciones de la policia local sobre los locales de copas. La Coruña.

Estas cosas se oyen por lo bares, yo no se si es verdad, pero... no me extraña nada.

(las cantidades son inexactas, lo importante es la idea)

Bar de copas en la ciudad vieja, La Coruña, conversación entre la dueña del local y un cliente. Hablan sobre el horario de cierre y la presión de la policía local.

La dueña comenta que un agente de policía le ha contado algunas cosas sobre  las ordenes que tienen con respecto a imponer multas:

Los policías tienen una cuota de multas que deben cumplir, por ejemplo, a la ciudad vieja le tocarían 48 multas cada 6 semanas.
El cumplir o no con la cuota supone que su sueldo pueda variar desde los 1100€ hasta los 1500€.

Por supuesto, hay algunos locales que son propiedad de concejales del ayuntamiento, ahí ya hay instrucciones de no realizar inspecciones.

Se llega a más, que los agentes localizan a un delincuente peligroso en frente de un local e los que no hay que molestar, se reciben instrucciones de no detenerlo inmediatamente, para no afectar negativamente al local, sino esperar a que desplace a otra zona y después detenerlo.

miércoles, 13 de abril de 2011

Medida contra los conductores imprudentes y con prisa - (idea sin desarrollar)

Contra los que que apuran tanto los semáforos que llegan a pasar cuando ya está en rojo, los que no ven los pasos de cebra, los que no saben lo que significa amarillo intermitente, los que se meten aunque venga otro coche...gente con prisa, cual es la mayor tortura... el tiempo.
Propuesta de medida, cuando un policía vea una de estas infracciones, dará el alto al vehículo infractor y lo tendrá a espera durante 30 minutos (con la escusa de comprobar toda la documentación y que todo está en regla, prolongar cualquier procedimiento hasta llenar la media hora), allí parado.
Nada más, la multa es opcional, que total, entre que hay que presentar fotos y pruebas, y con todas las empresas picapleitos que gestionan las reclamaciones de las multas, al final nos sale más caro.
Sin sanción no hay reclamación posible, lo único que hay que hacer es generar la autorización para que los agentes puedan prolongar el procedimiento (no se que tipo de rango de normativa será necesaria)