Escribo desde Galicia, un lugar donde se hablan dos lenguas, el gallego y el español. Bueno, sin duda se hablan más lenguas, claro, pero esas son las dos que se consideran naturales de aquí, y las de uso común por la gente.
En las bibliotecas públicas (y en algunas librerías privadas), además de clasificar los libros por secciones y temáticas, cada idioma tiene su zona, es decir, los libros escritos en un idioma están en una zona y dentro de esta es donde están divididos por categorías. Esto hace que haya, por ejemplo, dos secciones de historia o de matemáticas. También existe una sección donde se sitúan los libros escritos en lenguas extranjeras, aunque su volumen es escaso.
Existe una política lingüística de los gobiernos de Galicia, que considera que el gallego está en una situación desfavorable con respecto al español, y que esa situación requiere que se realice una política de difusión y potenciación del uso del gallego.
El motivo de que exista una zona en que se agrupan todos los libros escritos en gallego parece ser dar más visibilidad al idioma, resaltar que existen publicaciones para que la gente se anime a leerlas. El efecto que yo percibo es el contrario.
Como los libros publicados en español son muchísimo más numerosos que los publicados en gallego (la potencialidad de 400 millones de hablantes contra 3.5 millones pesa), el tamaño de la zona con libros en el primer idioma es inmensamente más grande que los de la segunda.
Si busco un libro de historia, me voy a la sección de historia, la principal, donde están la mayoría de los libros, donde solo hay libros en español. Para encontrarme con libros escritos en gallego, tengo que recordar que hay una zona específica para los libros en gallego donde también puedo encontrar libros de historia.
Si los libros estuvieran en la misma sección, sería más fácil encontrarme un libro escrito en gallego que pudiera interesarme, porque yo no busco un libro escrito en un idioma, busco libros sobre un tema.
Aunque soy hispanohablante, soy bilingüe, y hay circunstancias en que podría coger un libro escrito en gallego: si sé que el texto original está escrito en gallego, lo prefiero aunque tenga disponible una traducción al español, de hecho sería casi doloroso estar leyendo la traducción pudiendo disfrutar del original; si solo está disponible la edición en gallego y el libro es interesante, se lee en gallego.
Pero si no lo veo, no puedo escogerlo, y no lo leo.
Así, lo que consigue esa diferenciación es crear una especie de gueto, donde están los libros escritos en gallego. Y como yo nunca busco un libro escrito en gallego, ni en español, busco libros de historia, de filosofía, de informática... pues nunca me encuentro libros en gallego.
¿alguien sabe si hay otros motivos para la división? ¿existe algo de discusión sobre el tema?
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